Edificios singulares
La Rambla es una caja de sorpresas inagotable. Una caja que se abre y deja entrever joyas como esta alegoría del orientalismo la Casa Bruno Cuadros, que en su día fue una tienda de paraguas de Barcelona. El estilo que la acompanya, próximo al modernismo con el colorido y la delicadeza de sus decoraciones, convierten este edificio en el protagonista de muchos álbumes fotográficos de los visitantes de Barcelona.
La Casa Calvet (1899) es una de las primeras obras de Gaudí. Algunos la han considerado la obra más conservadora del artista. Aún así encontraremos marcados elementos modernistas, como la fachada acabada en curva o los balcones del desván, auténticas creaciones de cuento. La planta baja es hoy el restaurante
China Crown Barcelona.
Como un homenaje a Gaudí, la casa Comalat muestra muchos elementos de la arquitectura gaudiniana, conviriéndose en uno de los ejemplos más originales del modernismo de Barcelona. Dos fachadas diferentes pero con clara influencia de la curva del maestro de Reus invitan a la contemplación de un edificio curioso y muy bello.
La Casa Fuster, representación del modernismo más rico de Barcelona, brilla elegante en la parte de arriba del
Passeig de Gràcia. Considerado uno de los edificios más costosos de la ciudad, es precisamente su mezcla de simplicidad y síntesis decorativa lo que otorga a la casa todo su valor y belleza.
Dicen que la Casa Lleó Morera es un Palau de la Música a escala familiar. Y si el Palau es considerado como el edificio más modernista del mundo por su exuberancia decorativa, el esplendor artístico de esta casa es también incuestionable. Ambas obras fueron construidas por el genial arquitecto Lluís Domènech i Montaner.