Monumentos y esculturas
Un cielo caído se refleja en las formas ondulantes que nacen en la hierba del Parque de la Estació del Nord de Barcelona, en un juego sutil con la superficie natural. Es el conjunto escultórico con el que Beverly Pepper decoró el nuevo parque nacido en los terrenos de la antigua estación de ferrocarril.
Una chica arrodillada, medio caída, con las manos delicadamente cogidas y el rostro cubierto por la cabellera, flota en medio del estanque de la plaza de Armas, en el
Parque de la Ciutadella de Barcelona. Parece que nadie ni nada pueda consolarla. El Desconsol (Desconsuelo) toma aquí forma de escultura femenina.
Un gigante destaca en uno de los extremos del Parque de Joan Miró de Barcelona. Es la escultura Dona i Ocell (Mujer y Pájaro) del artista barcelonés Joan Miró. Con un poquito de imaginación conseguiremos ver, a través de esta obra imponente y de colores brillantes, la figura femenina culminada por el pájaro. Todo un referente de los iconos artísticos de la ciudad de Barcelona.
El Fossar de les moreres (Foso de las moreras) es un lugar en el que la carga simbólica y el peso de la historia toman el protagonismo. En este punto situado en medio del Barrio del Born, se encuentra el foso con los caídos durante el sitio de Barcelona de 1714. Un monumento nos lo recuerda. Para los forasteros, el lugar pasa desapercibido en ocasiones. Para los catalanes, el fossar es más que un recuerdo. Es un homenaje.
Materia y espacio son los elementos con los que jugaba
Eduardo Chillida a la hora de concebir sus piezas. Elogio del agua lleva la clara firma de su autor: la armonía y el peso de la obra contrastan con el gran dinamismo y la fuerza expresiva de esta pieza maciza sostenida sobre el agua. La encontraréis en el
Parque de la Creueta del Coll de Barcelona.